¿Por qué?

En el ser humano y especialmente en la mujer, tras el cambio a la  bipedestación, el suelo pélvico se ha visto seriamente dañado por la gravedad y los partos. Estos daños pueden llegar a darse incluso hasta en un 30% de las mujeres.

¿Cómo trabajábamos hasta ahora?

La cirugía del suelo pélvico ha presentado múltiples cambios. Hasta ahora realizábamos cirugía clásica reparando defectos.

¿Qué hacemos hoy en dia?

Actualmente nuestra cirugía se basa en el “arte de encontrar el defecto, sin hacer daño” o cirugía sitio-específica “in situ”

Recolocamos los órganos a modo de arquitectura y por compartimentos, es decir, desde sus anclajes o pilares, fascias y esto ha supuesto una gran novedad en cuanto a evitar recidivas, mejoría de los síntomas y sin necesidad de utilizar mallas .

¿Cómo lo hacemos?

Averiguamos con una buena anamnesis y estudio ecográfico o RMN cuales son las estructuras dañadas, como trabajan esas estructuras y porque su lesión da problemas, todo ello para conseguir una normalización de la función sexual, urinaria y fecal.

¿Cuáles son los síntomas?

Existen múltiples síntomas que nos contáis, como sensación de bulto en vagina, presión pélvica, estreñimiento, incontinencia urinaria o que las relaciones sexuales no son posibles.

En resumen, la cirugía hoy en día se basa en saber lo que buscas para entender lo que encuentras y además es una cirugía anatómica, estética y funcional. Se miman los tejidos, se utilizan suturas muy finas, y se evitan sangrados.